Nieve!

Hoy ha caído una nevada de esas de las buenas, sobre todo por donde yo trabajo...

Empezó ayer, cuando estábamos en el cumple de Himiko y de repente la llamó su madre (la de verdad) para decirnos que no nos retrasásemos que en Villalba estaba nevando. Cuando llegamos a la estación estaba todo nevadito, pero un rato más tarde comenzó a llover y aunque esta noche ha hecho frío sólo ha cuajado en los coches.. pero en Cercedilla...¡qué bonito!, en días como estos da gusto trabajar, porque aunque los chavales están más movidos, yo me encuentro mucho más alegre y con ganas de hacer cosas. Aunque debo reconocer que el trayecto hasta el cole en el coche ha sido de los que no se olvidan, que después de llegar sana y salva, a 50 metros del cole me ha empezado a patinar el coche y no era capaz de avanzar sin que se me fuese la parte trasera (es que tiene tracción delantera, que me he traído el coche de mi madre), pero al final lo he conseguido, con tembleque de piernas incluido, pero como una campeona, que nunca me había visto en esa situación.

En el descanso de comedor me he ido un momento a hacer unas fotos que ya os pondré aquí (cuando pueda pasarlas) de los alrededores del cole; además, también las pondré en la página del cole, junto con las del día que fuimos al cross, ya os diré la dirección.

Pues eso, que no sé qué me pasa con la nieve, es de las pocas cosas que me hace sentir feliz de verdad; hace que me olvide de todo, que sienta como una paz interior que no sé explicar... vale, ya, que me poco mística. No sé si vosotros tendréis algo que os haga sentir así, pero la verdad es que si no lo tenéis, no perdáis más el tiempo y buscadlo.